El viernes 30 junio desde las 22:30 en el Cerro de San Pedro, lo que vimos que pasó fue esto :
1º se pegaron, aunque ya estaban conscientes de ellas, porque de lejos las vio Miguel moviéndose
2º la externa quiere entrar pero la interna sale con el I par de patas en alto, la otra insiste con su propio, + el II
3º la interna sale entera empujando a la externa con I sobre el caput de la externa. Pero ese bicho -la interna- era muy blanco, iridiscente verdoso y resultó que era un macho defendiendo su casa.
4º después de 1,5 horas no estaba el macho y si estaba la hembra. Por los alrededores encontramos 2 machos que ninguno fue el verdoso
5º Pero faltaba decir que miguelb se llevo la hembra y dejamos piso libre
De tipo general: tronaba a las 22 h. con ambiente húmedo y ventoso, pero a la 1 h el cielo estaba estrellado ¡como un hormiguero!
Conclusiones: reflexiones.- no había hilos en los alrededores de la madriguera; ni en las demás que estuvimos viendo. Sin embargo en la grabación nuestra y en la que hicimos con Luis Miguel si los había. Aunque ambas se realizaron más adelantada la temporada. Esta madriguera estaba hecha en una majada (estiércol) seca de vaca, es un material más fácil de trabajar. No tenía brocal.
No vimos ningún escorpión pero si varios solifugos de distintos tamaños.
Una Lycosa inmadura trató de comerse una hormiga pero desistió.
Como esto es un gusanillo el siguiente finde seguimos y esto es lo que anotamos del 7/7/6
Pusimos 22 banderines, todavia de día, para asegurarnos de que había huras y luego, denoche revisarlas.
Se nos paso que me los debí quedar yo. El viernes próximo ¿qué hago? Sin ellos no sé cómo me apañaré
Linífido: fuimos ineptos al no capturar lo que fuera para averiguar su género. Estaba ocupando la entrada con una tela en un lateral y no se nos ocurrió cogerla.
Hembra super preñada, atacó nuestro macho pero para apartarlo, no se lo quiso comer; salió rauda y se volvió lo mismo a su hura.
Machos gallardos, ninguno en hura.
Algunas desocupadas. Por lo menos no vimos nada.
Subadultos deambulantes; no se cortan de comer aunque les alumbres, son como las pardosas, corren con la "boca" llena.
Tratamos de provocar a las hembras con los machos, pero estos no reconocían seda, feromona o lo que sea. No estarían en condiciones.
Del 14/7/6 que fui solo, el Miguel estaba playeando:
El jueves 13 había llovido por la tarde/noche, empecé el viernes a 23:40 sin banderines claro. Lo más llamativo fue que encontré dos huras de Lycosa a un palmo la una de la otra. Una con macho y la otra con hembra, los dos con buena salud. El macho estaba fuera. Las bocas miraban en sentidos casi contrarios. Me puse a activar la filmación nocturna y se puso a llover, así que para casa. 1 h de muestreo. Eran más abundantes las Hognas, no fui por la valla. Encontré la misma cantidad de Hognas machos y hembras, una de estas comiendo algo, otra en una hura de caca. La hura de macho de hace dos semanas sigue desocupada. La de aquella Lycosa enorme no la encontré.
Esto ha sido a modo de informe sobre la pradera de Lycosa y Hognas de “mi” CSP.
VEAMOS: no hemos visto ni un solo hilo, tampoco un solo escorpión cercano a las huras, alejado tampoco. Si hemos visto hembras fuera de sus madrigueras. También hemos visto machos en madrigueras. Hemos presenciado una disputa cuando menos, entre macho y hembra por una madriguera. He visto que la distancia entre dos madrigueras era muy escasa y además sus propietarios eran de distintos sexos.
Esto parece que nos lleva por una senda diferente a lo sugerido por Moya. Parece que vamos porque las posibilidades de ver cosas de comportamiento de las Lycosa son menos estrictas, más amplias de las que él ha interpretado. ¿Cómo interpretar esta variedad de conductas? ¿Son erráticas? ¿Ocasionales? Teniendo en cuenta que podemos estimar nuestras observaciones en no menos de unas seis horas de tiempo real. No podemos inferir que el abanico de pautas esté visto en su amplitud.
Del CSP 210706 noche:
- no vimos ni un macho
- agujeros sin brocal ni briznas y como retocados burdamente, contenían hembra de Hogna cada uno; esto implica el abandono del zarzo de piedras y la incorporación a la zona de Lycosa.
- Por lo menos la madriguera de la gorda estaba sellada, terreno blandito con briznas entretejidas.
- De la pareja de agujeros solo queda la boca del macho, sin inquilino y con su medio brocal intacto, era casi horizontal y sesgado; la de la hembra podria estar sellada, pero no la encontramos.
- SEGUIMOS SIN VER HILOS EN LA PROXIMIDAD DE LAS HURAS. Ni lejos de ellas.
- De escorpiones ni hablamos, claro.